Hablar de Comunicaciones es hablar, en gran parte, del futbol guatemalteco, el equipo crema es, por tradición, un equipo triunfador. Basta decir que nunca, desde su aparición con este nombre, ha descendido a la categoría inferior, lo que lo convierte, por mucho, en el equipo más regular del balompie chapín.
En nuestros corrillos futbolísticos siempre circuló la leyenda que el Comunicaciones tenía sus raíces en el desaparecido cuadro del Hospício, el cual pasó a llamarse posteriormente España FC.
Pero lo cierto es que el equipo hispano se desintgró en 1949, porque el patrocinio de una camisería española núnca llegó, fue entonces cuando la mayoría de sus integrantes acudieron en busca de apóyo al Ministerio de Telégrafos y Comunicaciones, y fue allí donde el coronel Carlos Aldana Sandoval los cobijó, siempre y cuando la oncena se llamara Comunicaciones, pues ese nombre ya sonába en el baloncesto y en el beisbol.
Hicieron su presentación en un partido amistoso, en el Estadio Autonomía, habiendo nivelado a dos goles con el Aurora, esos dos primeros goles históricos fueron producto de Carlos ¨Trucutru¨ Guerra, quien se hizo presente a los 19 minutos y su segundo tres minutos más tarde.
Comunicaciones, debutó en el campeonato de liga 1950-51. Su primer partido oficial fue en el Estadio Autonomía en el mes de octubre de 1950, habiendo salido triunfador ante el Utatlán por marcador de 5 goles contra dos. Los autores de esas anotaciones fueron Rafael ¨Loco¨ Ayala, Carlos ¨Fero¨ Garcia con dos y uno Carlos ¨Trucutu¨ Guerra.
En 1956 obtuvo su primer título de liga bajo la dirección del entrenador español José Casés Penadés.
Esta fue la secuencia de los goles que le dieron a Comunicaciones, el primer título de liga en su historia, el cual sería el primero de los tres que ganó consecutivamente.
Cuando conquistó su primer tricampeonato de liga en 1959-60, le valió para tomar parte en el I Campeonato de Clubes de la Concacaf en 1962, donde los cremas del Comunicaciones fueron subcampeones atrás del monarca mexicano el Guadalajara.
Textos de: Marco Tulio Cobar