Por: Eddy Rodríguez
El fútbol es como el cine, pues en él intervienen el drama, la angustia, y los futbolistas pueden pasar de héroes a villanos en cualquier momento. Hay películas con finales felices, otras no tanto. El partido de hoy desarrolló un libreto contra todo pronóstico, pues llegó hasta los tiros de penal, y Agustín Herrera fue el principal protagonista del drama, el héroe gracias al cual en buena parte el equipo crema llegó hasta las ultimas instancias, pero cuyo fallo también terminó eliminando a su equipo. Al final, el América se logró salir con la suya, y clasificarse a cuartos, aunque de forma más penosa a como su soberbia lo había anticipado.
Un América que salió con su alineación estelar, Viñas y Dos Santos incluídos. Aunque empezó muy cauteloso, sin razón para apresurarse con el gol de visita dándole momentáneamente la clasificación. Tocó la pelota con mucha cautela, como midiendo a su adversario, no obstante, las ocasiones de gol empezaron a dársele paulatinamente (hasta cuatro en el primer tiempo), y de no haber sido por el travesaño o las atajadas salvadoras de Calderón, las águilas se habrían ido ganando el partido al descanso.
Comunicaciones, por su parte, dejó en claro desde el inicio cuál era su principal propósito: aguantar las acometidas americanistas durante los 90 minutos, y relegar la ofensiva a un segundo plano, apostando al contra ataque o esperando alguna equivocación del rival. El plan parecía tener sentido y durante la primera media hora funcionó bastante bien, sobre todo la parte del contra ataque, pues tanto Agustín Herrera como Jostin Daly lograron llevar el miedo a la saga local; el Tin con un par de regates dentro del área que casi termina en una ocasión manifiesta de gol, y Daly probando de media distancia, con un zurdazo que pasó muy próximo del arco defendido por Óscar Jiménez.
Apenas comenzado el segundo tiempo, Comunicaciones tendría en los botines de Agustín Herrera la gran oportunidad que tanto estaba esperando. De pronto el mexicano se quedó solo en la entrada del área rival, luego de un mal despeje de Jorge Sánchez, que en lugar de reventar el balón, lo rebanó y lo envió donde llegaba el Tin, pero este disparó justo al medio, justo donde estaba bien parado el guardameta Jiménez. Comunicaciones se defendía, pero también seguía al acecho.
El América se percató que su rival podía crecerse, así que aplicó un poco más, y empezo a presionar la salida visitante. Sin embargo, no lograrían impedir que los esfuerzos del Tin dieran sus frutos al 59, cuando su tenacidad incansable le hizo luchar dentro del área por un balón que cualquier otro hubiera dado por perdido, lo dominó ante la llegada de Paul Aguilar, quien lo derribó sin miramientos. Entonces el central tico marcó penal sin titubearlo. El mismo Agustín cobró con todo el aplomo del mundo. Era el minuto 60 y nadie en el azteca se lo creía, Comunicaciones estaba arriba en el marcador, eliminando al más grande de México.
Entonces faltaba media hora de partido, una eternidad para aguantar. Y más, cuando tan solo unos minutos después del gol de Agustín, Allan Yanes se fue expulsado por haber tumbado a Sebastián Cordoba cuando este y los suyos se iban en una contra que pintaba letal por la superioridad numérica. De inmediato, Mauricio Tapia metió a Carlos Castrillo para suplir el vacío dejado por Yanes. El sacrificado fue Jostin Daly.
A pesar de que la defensa crema se aplicó en cada jugada, el América logró el empate al 75. En un tiro libre, Gerardo Gordillo sujetó a Bruno Valdez dentro del área, y el árbitro señaló impetuoso el punto penal. Cobró Manuel Aguilera, perforando el lado contrario al que se lanzó el guardameta panameño. Era el uno a uno, el mismo marcador del partido de ida.
El empate desató al América, que ahora sí, se fue con todo al frente, y casi logra anotar de nuevo, pero José Calderón logró responder, a veces con demasiada angustia, a cada uno de los disparos americanistas. Los diez jugadores que le quedaban a Comunicaciones, todos convertidos en una sólida defensa, lograron aguantar hasta el último minuto. El central pidió cuatro minutos de reposición, los cuales fueron insuficientes para evitar los penales.
Tras dos partidos cargados de emociones, todo se tendría que decidir desde los disparos a once metros. Abrió la tanda el América, con un Manuel Aguilera acertado. Por Comunicaciones empezó Fredy Thompson y tampoco falló. El siguiente americanista fue Alonso Escoboza, y de la misma forma, anotó. El segundo por los blancos sería Lombardi y su disparo se fue al fondo. El tercer penal americanista fue responsabilidad de Bruno Valdez, quien logró anotar. El siguiente crema en disparar fue Andrés Lezcano, que anotó para igualar otra vez las cosas. Entonces el América se puso arriba gracias a Ibargüen, que cobró efectivamente. Comunicaciones tendría la oportunidad de empatar en los pies de Agustín, pero el mexicano falló. Así que todo quedaba en los pies de Sebastián Cordoba, quien anotó el gol de la clasificación.
De esta forma tan angustiosa culminaba una serie en donde el equipo crema demostró coraje, dignidad y mucha estrategia, ante un rival indudablemente superior que pecó de soberbia y casi termina eliminado.
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Así de angustioso es el fútbol
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