Cobán venía a la capital con un plan claro: permitir que el contrario tuviera el balón, defender con disciplina y atacar únicamente por medio de contragolpes. A decir verdad, esta estrategia le funcionó durante buena parte del encuentro. Por su lado, Comunicaciones apostó por hilvanar un juego más complejo aunque muy esporádico, con un Ceballos insistente por la banda derecha y un Acuña siempre ofreciéndose para pibotear dentro o cerca del área.
En el primer tiempo los blancos dominaron mejor y más el balón, pero sería el equipo cobanero el que tendría las oportunidades. De hecho, habría abierto el marcador de no ser por las ya acostumbradas intervenciones de Irazún que atajó todo, incluso un cabezazo proveniente de su propia defensa.
Poco antes del descanso, Comunicaciones tendría una mala noticia: Moisés se tiró al césped y sus compañeros enseguida pidieron el cambio. Así se confirmaba una baja más para el equipo crema, cuya defensa se encuentra de por sí bastante menguada por las lesiones y las suspensiones.
Durante la charla de medio tiempo, Benítez, el técnico de Cobán, les habrá dicho a sus jugadores que no era necesario esperar un contragolpe para hacer daño. También se podía ir y acorralar al equipo crema. Los jugadores cobaneros acataron la orden, encabezados por Lombardi, y desde lejos empezaron a bombardear la portería de Irazún, estrellando el balón varias veces en los postes. Todo apuntaba a que Cobán terminaría anotando primero.
Sin embargo, sería el equipo albo quien encontraría la anotación. Al minuto 64, Marquéz tiró un centro perfecto al corazón del área; un balón que Ceballos sintió cabecear pero que en realidad terminaría colándose en el arco gracias a un leve desvío de un defensa cobanero. De todos modos, el gol se lo acreditaron a Ceballos. Comunicaciones se ponía 1-0, y entonces, ¡a defender se ha dicho! De la misma forma que en partidos anteriores, un gol y las atajadas puntuales de Irazún fueron suficientes para que el equipo blanco se quedara con tres valiosos puntos.
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Crónica, por Eddy Rodríguez.