Este domingo luego del juego en donde la Usac vence 1-0 a Comunicaciones se susitó un problema entre ambas barras y siendo algo que se podía dar independientemente el resultado, dado que prácticamente estaban una al lado de la otra y desde ahí una "bomba" de tiempo que terminó en violencia.

Lamentablemente el problema entre las barras de USAC y CREMAS no es nuevo y esto un detalle que se debería haber tomado muy en cuenta al ser un partido de alto riesgo, ya que no hace ni un año antes de iniciar el encuentro entre ambos equipo en el estadio Revolución se escucharon disparos fuera del estadio, también recordamos que en otra ocasión al ingreso de la Ciudad Universitaria tuvieron un enfrentamiento entre ambas barras.

Por eso querer señar a un culpable de lo sucedido en Ciudad Universitaria es imposible, ya que de ambos grupos o barras se pueden encontrar "aficionados" que escudados por un apoyo a un equipo se vuelve a actos criminales y por ello es momento que todos estos grupos de animación deben tomar las medidas respectivas para que eviten tener a este tipo de personas que solamente le hacen daño a su barra, a su equipo y sobre todo al fútbol.

Cabe mencionar que desde el ingreso ya iniciaban los problemas dado que supuestos estudiantes encapuchados estaban cobrando al ingreso a las instalaciones de la Ciudad Universitaria y que al final son instalaciones públicas pero este tipo de gente se cree dueña de las mismas y haciendo un cobro obligatorio de Q3 para sancarlistas y Q10 para cremas.

Se entiende que este tipo de cobros son para la huelga de dolores pero que esto se ha vuelto una obligación y no una contribución voluntaria y ahí está el detalle.

Se reconoce el gran apoyo que cada grupo de animación le da a su equipo, pero sin importar el color se ha llegado a un punto donde los equipos no tienen como controlar a sus grupos de animación y que los equipos locales tampoco lo logran controlar.

Son una gran cantidad de problemas que se han dado en la mayoría de las canchas, hace una semana un problema en Coatepeque y en esta misma cancha en el torneo pasado una agresión a Wilson Lalín con juegos pirotécnicos.

Lo más lamentable de la violencia en los estadios es que esta desde hace tiempo a llegado a las ligas menores y este fin de semana en un partido de categoría Sub-17 de Liga Nacional hubo un ataque de algunos aficionados de Coatepeque a jugadores del Xelajú y que hicieron que varios fueran atendidos en el hospital.

Tampoco podemos dejar de mencionar el ataque violento a muchos de los árbitros en varias canchas y que son incontables lo que muchas veces los árbitros pasan para poder realizar su trabajo y que luego este no puede ser de calidad si no tienen las mejores opciones para realizarlo de esa forma, lo de la capacidad de cada uno eso ya es otro tema que es muy diferente al garantisarles su seguridad.


¿Quién tiene la culpa de todo esto?

Señarl a alguien o saber quién es el culpable es mucho más complicado, dado que esto es algo de raíz y que llega hasta la educación que cada uno recibimos en nuestros hogares y años de estudio, pero cada año este es menos eficiente y por ello y otras razones tenemos una sociedad sin respecto y educación y que se termina reflegando en gran parte en los estadios y donde muchas personas encuentran un lugar de desahogo y con el poder de hacer lo que les plasca ante dirigentes que solo les interesa otros temas y no la seguridad de las familias que llegan a ver un partido de fútbol.

En la opinión en esta tribuna deportiva lo que queda es que cada uno de los grupos de animación o barras bravas que apoyan a los equipos de Liga Nacional es que estos registren y lleven un control de cada uno de sus integrantes para llevar un registro de los mismos y que no se tengan infiltrados y evitar que puedan ser sansionados por los equipos locales, porque de lo contrario esto seguirá creciendo y llegaremos al nivel de otros paises donde se ha tenido muertes por enfrentamientos entre barras o grupos de animación.

Cada persona tendrá su opinión y la respetamos, simplemente tenemos que hacer llegar nuestro opinión con respeto y no quererla imponer, porque nadie tiene la razón absoluta.


*Debemos copiar lo bueno y no lo malo.