Debieron transcurrir 15 meses para que Municipal volviera a derrotar a Comunicaciones, por lo que el 0-2 de hoy en el Mateo Flores no debería preocupar si no fuera porque ambos equipos mostraron una cara diferente a la de sus últimos enfrentamientos.

Por un lado, los albos se vieron flojos en defensa, especialmente en la banda izquierda, la cual Cristian Jiménez explotó para anotar los dos goles del triunfo rojo. Sumado a eso, la media cancha no carburó ni en marca ni en creación. La tempranera salida de Márquez obligó al equipo a ser más defensivo, pues Javier del Águila, su sustituto, no se distingue por su vocación ofensiva, y eso lo sabe el rival, que supo anular a un “Moyo” Contreras irreconocible y así mató las ilusiones merengues de ganar otro clásico, pues ni Blackburn ni el “Tin” Herrera fueron abastecidos lo suficiente como para tener chances claras de gol.

Si bien en los últimos 30 minutos del choque el pentacampeón fue superior e ilusionó, esto fue más porque los ediles se dedicaron a cuidar ese 0-2 que ni ellos mismos se esperaban que por méritos propios, pues los merengues jugaron desordenadamente, quizás porque los cambios hechos por Willie Olivera fueron más por ver qué sale en vez de algo previamente planificado, ya que la poca profundidad de la banca no le daba mucho de dónde escoger, y tuvo que mandar al campo a jugadores de características similares, como Ceballos y Suárez, quienes no pesaron, aunque el charrúa fue más inteligente con la pelota en los pies.

Y por el otro lado, los escarlatas, frágiles en defensa e inconsistentes del medio hacia adelante en los últimos cinco torneos, hoy mostraron una cara totalmente distinta. La línea de atrás supo jugar escalonadamente y con orden, mientras que su media cancha fue inteligente en el trato del balón, en ese “dámela que te la doy” que, bien jugado, hace ver mal al rival y le permite controlar las acciones. Si bien adelante no pesó, ni con el “Pescado” ni con nadie, los desdobles de los volantes mostraron cosas interesantes de una oncena que tiene el orgullo herido y que hoy se dio cuenta de que sí se puede.

Y esto último, el sí se puede, es lo que debe empezar a llamar la atención blanca, desde Willie hasta el último de los suplentes, pues si no se ponen las barbas en remojo y se sigue navegando en el mar de la confianza, ese hexa que vemos tan cerca puede irse alejando si se lo permitimos.

Claro que no vamos a hacer un drama porque se perdió un clásico, pues un partido malo lo tiene cualquiera, y este Comunicaciones ha demostrado que sabe salir adelante en los momentos difíciles, pero recordemos algo: el rival de siempre es Municipal, la final, de no mediar un milagro, será la sempiterna cremas-rojos, y si dejamos que nos tomen la medida, las cosas no pueden ser tan fáciles como muchos creen.

Confío plenamente en el conjunto albo, pero algo habrá que cambiar. Definitivamente.

Por: Orlando Bobadilla